Capitulo 19.

-Tranquila no pasa nada, pues veras…

La conté todo lo sucedido hoy y otros días. Me abrazo con todas sus fuerzas mientras que yo notaba que una lágrima caía por mi cara.

-¿Pero tú le quieres?

-Yo sí.

-¿Y porque no le das una oportunidad?

-Me ha dicho que esta noche valla a mi antigua casa que me tiene algo preparado.

-¿Vas a ir verdad?

-Sí.

Una vez terminada la conversación llegaron los chicos.

-¿Qué tal os lo habéis pasado ensayando?

-Bien bien jaja.

Dougie no estaba, estaría en mi antigua casa.

-Bueno chicos me voy a la ducha.

Dicho eso subí a mi habitación y cogí la ropa. Una camiseta blanca de tirantes y una falda alta.

Cuando me duche me vestí y me peine con una coleta alta y flequillo recto.

-Chicos me voy. Dougie quiere habar con migo.

-¿Dónde vas tan sexy?- dijo Danny bromeando.

-Jaja- adiós.

Salí de la casa y me dirigí a donde estaba Dougie. La puerta estaba abierta. Había un gran “pasillo” de velas que conducían hasta la terraza. La terraza estaba iluminada completamente por velas.

-Te gusta?- pregunto Doug mientras que se me acercaba.

-Me encana- dije sincerándome.

-Estas preciosa.

-Gracias.

-¿Podemos hablar?- me pregunto mientras que corría la silla para que me pudiera sentar.

Se sentó en frente mío.

-Si, dime.

Empezamos a hablar sobre nosotros y todo lo que había pasado.

-¿Entonces por lo menos amigos?- me pregunto.

-Vale.

-¿Y tu crees que podemos llegar a ser algo más?

-No sé, eso ya lo tengo que pensar ¿vale?

-Vale, tu tranquila. Te quiero.

Dicho eso estuvimos cenando y después bajamos a la piscina donde había unas tumbonas blancas.

-¿Qué te apetece hacer?- le pregunte.

-Bañarme.

Me reí y Dougie se estaba quitando los pantalones y la camiseta. Se quedo en calzoncillos y se tiro al agua. Yo hice lo mismo me quite los zapatos, la falda y la camiseta y me quede en ropa interior y me tire.

Fue una noche inolvidable.

Nos quedamos dormidos en el jardín. Cuando me desperté estaba abrazada a Doug y el miraba como dormía.

-Buenos días bella durmiente.

-Hola. ¿Qué tal la noche?

-Muy bien y ¿tu?

-Bien bien.

Fuimos a casa y nos duchamos cada uno por su lado. Cuando me duche me vestí y me puse unos pantalones blancos pitillos, una camiseta de Canadá y mi sudadera favorita. Como era costumbre me pinte la raya y el rímel.

Doug también se ducho y se puso unos vaqueros y una camiseta roja. Todavía no había nadie despierto asique bajamos a desayunar.

Yo prepare el desayuno de los dos.

-¿Desde cuándo tienes gafas?- pregunto Doug.

-Desde siempre, solo que uso lentillas y como he dormido con ellas me las tengo que quitar, porque no puedo estar con ellas más de 12 horas.

-Pues te quedan bien, bueno es que a ti te queda bien todo.

-Anda no seas tondo- dije mientras que le daba un pequeño golpe en el hombro.

Cuando seguíamos desayunando bajo Tom, que me pregunto lo mismo que Doug y yo  le respondí lo mismo.

Cuando terminamos de desayunar me puse a fregar el desayuno y bajaron Harry y Danny que me preguntaron lo mismo que anteriormente me habían preguntado Dougie y Tom.

Cuando termine de fregar me senté con los demás a ver la tele.

-¿Qué tenéis pensado hacer hoy?- les pregunte.

-Nada- dijo Harry.

-Estupendo- dije mientras sonreía- ¿y tenéis planes para esta semana?

-Tampoco.

-joder que aburridos sois- dije riéndome.

-Jaja.

-Bueno mejor porque tengo una sorpresa para vosotros, para daros las gracias por todo lo que hacéis por mí, por existir y por el maravilloso regalo que me hicisteis de ir a Miami con mi bailarín favorito.

-Alice no deberías… no tendrías porque.

-Lo sé pero os lo merecéis.

-¿Y que pretendes hacer? Alice sabes que me das miedo- dijo Danny entre risas.