Capitulo 53.

Me metí en la ducha. Cuando salí los chicos ya habían llegado. Me puse unos pantalones pitillos vaqueros rotos, una camiseta verde con un dibujo y mis “Vans Classic”. Me pinte como de costumbre y me deje el pelo lo más natural posible.
-¡Hola!- dije saludando a los chicos.

Ya era de noche. Eran las 10.

-¿Qué queréis cenar?

-Puff, yo nada, no tengo hambre- respondí sentándome en el sofá.

-Vale Jajaja, y vosotros, ¿Qué queréis?

-PIZZA- dijo Danny muy efusivamente.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJA.

-Vale, bueno vamos a llamar a la pizzería.

Cuando llegaron las pizzas, se pusieron a comer como locos.

-Bueno, seguramente que Alice no tenga sueño, jaja, después de todo lo que ha dormido- dijo Danny.

-Pues que sepas que sí, es que yo soy de dormir mucho. Jajaja- dije dándole un pequeño golpecito en el hombro.

-Jooooder… Jajaja

Fueron pasando los días, cada vez estaba más enamorada de Dougie, le quería tanto. Llego el cumpleaños de Harry, sí, de nuestro Fucking  Drummer, he vivido tantos momentos con él, que madre mía… Me ha ayudado tanto, al igual que los demás, pero no sé, Harry es como si hubiese sido especial en ese sentido, siempre estaba ahí. Era como, le tenía al lado, solo tenía que ir a la habitación de en frente de la mía y Dougie, y ya está le podía decir cualquier cosa, cualquier chorrada, que él siempre me iba a apoyar. El día de su cumpleaños tenía que ser algo especial, el se lo merecía. Y así fue, yo creo que a él le encantó la sorpresa, por lo menos se emocionó. Harry, te quiero, y no me cansaré de decirlo, me da igual que mis amigos, bueno “amigos” los que antes eran mis amigos, porque no sé, yo creo que en realidad, amigos, lo que se puede decir amigos no son. ¿Por qué? Pues porque siempre se reían de mí cuando hablaba de McFly, que si eran maricones, que si mierdas de esas. Pues bueno, que piensen lo que quieran, que ahora la que se ríe soy YO, porque quien ríe último ríe mejor. Yo he conseguido mi sueño, conocerles a ellos, a McFly, enamorarme de Dougie, y ellos, ¿Qué han conseguido ellos? Nada, porque ahora están en Madrid, solos, y seguramente se queden solos para el resto de su vida, y sinceramente, ojalá que sea así.

Fueron pasando las navidades, el día de Navidad, fui a Madrid a comer con mi familia, y regrese a Londres al cabo de unos días. El día de Nochevieja, fue genial. Y ya otra vez de vuelta a la normalidad. Era 15 de Enero, y ya llevaba días yendo a la universidad.

Me levanté, desayuné y me fui a la ducha. Me puse unos vaqueros pitillos largos rotos, una camiseta y mis Vans. Me puse una trenza al lado y me pinte como de costumbre.

-Bueno chicos, adiós, me voy a la uni- dije dando un beso a Dougie y un abrazo a los chicos.

-Adiós.

El día se me paso lentísimo, no sé por qué pero fue un día muy largo. Llegué a casa justo a comer.

-Hola- dije entrando por la puerta- mmm… que bien huele.

-¡Hoola!- dijeron a la vez.

-¿Qué hay de comer?- pregunté- tengo mucha hambre.

-Espagueti a la carbonara.

-MMMMMM… que buenos.

-Jajaja.

-¡A comer!- grito Tom desde la cocina.

-Tom, están muy buenos- dijo Harry- pero no tanto como si los hubiera hecho yo.

-Ya te gustaría jaja.

-Uhhh aquí hay pique.

-¡Danny!- dijimos todos a la vez para que se callara.

Hubo unos segundos de silencio y todos estallamos en una carcajada.

-Bueno, me voy a echar la siesta- dije mientras recogía los platos.

-Jajajaja, ¿la siesta?

-Si Tom si, es una costumbre española, jaja es dormir después de comer.

-Pero madre mia, ¿tienes sueño?-dijo Harry.

-Si Jajaja.

Estube durmiendo 3 horas. Me desperté a las cinco.

Baje al salón, y no había nadie. En l nevera había una nota en la que ponía:

“Alice, nos hemos ido al estudio, no te hemos despertado porque nos dabas pena. Pórtate bien. Te queremos.”

Vale, tengo la casa para mi sola, y no sé qué hacer. Bueno, ya esta, ya se que hacer.

Cogí el portátil y me puse con él en el sofá.

Pasaron dos horas, ya eran las siete, me aburría, así que decidí pintarme las uñas. De azul eléctrico.