Powered By Blogger

domingo, 26 de diciembre de 2010

Capitulo 47.

-Dougie de verdad no sé como agradecerte todo lo que haces por mí. Es que eres como mi salvador. Siempre que necesito algo estas ahí para ayudarme. No me he cansado de repetirte lo mucho que te debo y que algún día te lo compensare.
-No digas bobadas. Solo te ayudo nada más.
-Dougie por favor. No solo me has ayudado desde que he venido a Londres. Desde que soy fan de McFly me has enseñado muchísimas cosas, que ya te las diré otros día porque si no, no llegamos a casa.
-¿Si?
-Si, pero no solo a mí. Sino a muchísimas fans. Pero no solo a fans española, sino a fans de todo el mundo.
-Joder, es que ahora que lo pienso.
-Te quiero.
-Y yo.
-Te echo de menos.
-Y yo, pero tu estas con Carlos.
-Lo sé.
-Bueno ya hemos llegado.
-Muchas gracias de verdad. ¿Quieres pasar? No está mi abuela.
-Vale.
Fuimos hasta la puerta de la entrada. Nos miramos fijamente. Nos fuimos acercando poco a poco hasta que casi podía notar sus labios junto a los míos. Beso mis labios, pero al instante se separó.
-Lo siento. Fue sin querer.
-No pasa…
-No, si que pasa. Tu estas con Carlos, y yo te quiero. Me jodo y ya está- dijo interrumpiéndome
-Pero Doug…
-No por favor- dijo eso y se fue.
Cerré la puerta pero a los pocos segundos llamaron a la puerta.
“Ding Dong”.
Abrí con la esperanza de que fuera Dougie, pero era Carlos.
-Hola- dije con desgana.
-¿Te pasa algo?
-¿Podemos hablar?
-Claro.
Estuvimos hablando, la conversación no fue larga.
-¿Me entiendes?- dije cogiéndole de las manos.
-Si. Me alegro de que me lo hayas dicho. Así no hay que pasar por el tema de los cuernos y eso.
-Gracias.
Dicho eso salí corriendo de casa. Mi abuela había comprado un ático. El edificio tenía 15 plantas. Si quería pillar a Dougie tenía que correr.
-¡Espera!- grite.
-¿Qué pasa?
Me tire encima de el. Le di un beso largo y apasionado.
-Alice, ya hemos hablado de esto.
No le hice caso y seguí con el beso.
-¿Y qué pasa con Carlos? Me he cruzado con él.
-Lo hemos dejado.
-¿Por qué?
-Porque le he dicho todo lo que sentía por ti y que no podía engañarle de esta manera.
-¿De verdad?
-Si.
Me volvió a besar.
Hoy era el último día que iba a pasar en casa de mi abuela. Doug me ayudo a recoger todo que no era gran cosa. La vendría a contar todo mañana, o la llamaría por teléfono.
Cuando llegamos a casa de los chicos. Les contamos lo sucedido. Todos se pusieron muy felices. En especial Gio. Ella se había convertido en mi mejor amiga. Ya no tenía a Anne para contarle todo y Gio era como una hermana para mí. Laura y Michele también. Pero Gio más.

2 comentarios: